Así comienza uno de los salmos bíblicos, (104) con una antiquísima raíz de culto agradecido hacia un Dios, de quien el que dice estas palabras vive intensamente una gratitud profunda por su grandeza, y por eso le bendice.
En la santa Biblia hay numerosas expresiones de aclamación y gratitud hacia Dios. Israel y posteriormente la Iglesia, han cultivado por siglos el sentido de gratitud hacia dios a través de fiestas, costumbres y liturgias.
¿Qué contenido hay en esa gratitud hacia Dios?
Es cosa de leer los textos litúrgicos y ceremoniales para responder a esta pregunta. Se agradece por ejemplo al Sol, la vida cuando se expresa en los ciclos estacionales, la majestad de las montañas, las fuerzas de la naturaleza, a las que también se le teme.
La noción de Dios como Padre Protector, Creador, Misericordioso se va formando en la experiencia histórica de la fe.
Cuando Jesús comunica a los hombres su visión de Dios, él dice “revelar el secreto de su corazón”. Entonces, en Jesús, Dios, es Padre Amoroso. En Lc 15, se revela esta faceta en la parábola del hijo que se va de la casa y se gasta la herencia hasta que movido por la miseria denigrante, regresa arrepentido sabiéndose indigno de retornar como antes. Pero el padre de este hijo estalla en gozo y alegría porque para él había muerto y ahora lo vuelve a ver. En fin, en vez de castigo, fiesta y perdón.
Y después de haber sido así con su padre, y experimentar que éste le ha amado sin límites, celebrando su regreso, ¿Qué sentimientos hacia su padre habrá tenido este hijo? La parábola no lo dice, pero sí refiere el fastidio que le produce esta situación al otro hijo, “el hermano mayor”, que durante todo el tiempo había permanecido en la casa del padre y que le reprocha que “nunca” le había dado una fiesta. ¿Qué piensan de esto?
Hasta el año 2019 en el Colegio, siempre realizábamos unas liturgias en el contexto de la asignatura de religión. Este año, esperamos retornar a esta costumbre. De tal manera que si se dan las condiciones, las vamos a realizar, en modo presencial.
En una liturgia, se reúne todo el curso. ¿Qué se hace? Se proclaman textos bíblicos como los que ya hemos visto, se cantan temas con letra “religiosa” y se ora por las intenciones de los participantes. Muchas veces uno escucha intenciones por la familia, la paz, que les vayan bien en las pruebas, incluso se ora por las mascotas. Se reza el Padre nuestro y se hace un gesto de la Paz. Inmediatamente después, procedemos a una convivencia, para compartir un espíritu fraternal. Se comparten bebidas, galletas, alguna otra cosa, etc. La idea es también invitar a otras personas que trabajan en el colegio. Ambas, liturgia y convivencia son muy importantes en la asignatura.
Como medio de preparación a la liturgia, se presentan algunos textos bíblicos sacados del Antiguo y Nuevo Testamento.
Isaías 65, 16-25
Salmo 8
Salmo 9 1-2; 8-12
Santiago, 4, 13-18
Las dos actividades, liturgia + convivencia son también evaluadas, considerando algunas condiciones o indicadores:
Presencia y actitud, haber estado física y mentalmente presente con actitud respetuosa.
Haber colaborado con actitud de servicio en la preparación de la liturgia o la convivencia.
Haberse comunicado expresando su opinión, con respeto.
Haber colaborado en la preparación y ambientación del lugar, previo a la realización.
Haber colaborado con el aseo de la sala y guardar los elementos que se utilizaron.
Una última observación. Los actos de agradecimiento a Dios, preparan a las personas para una acción más comprometida con el servicio al prójimo. Por tanto, hay una raíz “religiosa” en muchas iniciativas de compromiso por el bien común. Hay personas que se “encuentran” colaborando en tareas por el bien común, y por diferentes motivos; en la mayoría de los casos, los creyentes en Dios que “participan” en actividades de promoción de la dignidad humana, lo hacen movidos por la gratitud de estar participando en la misión de acercar el reino de Dios.
Canción de alabanza
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