En este tema tendremos una experiencia de indagación sobre el
pensamiento de la Iglesia en torno a problemas derivados del uso humano de la
naturaleza. El Papa Francisco I, lanzó al mundo una Encíclica “Laudato Si”, que
será la base de nuestro próximo taller. Como es muy extensa para trabajarla en
el marco de este curso, solo ocuparemos una fichas extracto recuperadas de
Escuelas católicas.es, además de otros extractos de una síntesis, del sitio
WEB Ecojesuit.com, y a partir de éstos
se les solicitará una labor de difusión. Para empezar y de ambientación, ver el video de Antonio Cinco Panes.
La gravedad y urgencia del tema amerita, al menos, asomarse para “comprender” y luego prepararse para participar.
Extractos de Ecojesuit.com:
Una visión general:
Esta sección introductoria proporciona el contexto para la encíclica, incluyendo cómo los documentos anteriores han dado lugar y han contribuido a esta nueva declaración. Resume el desafío del papa Francisco para buscar el desarrollo sostenible e integral para proteger nuestra casa común. Se necesita un nuevo diálogo sobre el futuro del planeta. Si bien reconoce la labor de las personas para hacer frente a la degradación ambiental y la injusticia social, también reconoce que más personas deben participar en este trabajo por estas preocupaciones nos afectan a todos.
Lo qué le está pasando a nuestra casa
Este primer capítulo es un breve resumen de la situación del mundo de hoy. Considera los siguientes problemas ambientales: la contaminación y el cambio climático, el agua y la biodiversidad. Aparte de los problemas ambientales, se hace hincapié en la condición social de nuestro mundo. La disminución de la calidad de vida y la desigualdad global en el mundo de hoy son una evidencia de que el crecimiento económico y el progreso no han conducido a una mejora en la vida de las personas. El capítulo señala que las preocupaciones ambientales tienen también un efecto social y, a menudo, son los más pobres entre los pobres los que sufrirán más. Por lo tanto, no sólo hay una necesidad de cuidar el medio ambiente, sino también los sectores vulnerables de la sociedad.
Algunas líneas orientativas y de acción
El Sumo Pontífice destaca en el capítulo quinto la necesidad de un cambio de dirección y otros cursos de acción y se esbozan las principales vías de diálogo que nos pueden ayudar a salir de la espiral de autodestrucción que actualmente nos envuelve. El papa Francisco aboga por el diálogo sobre el medio ambiente en la comunidad internacional, el diálogo de las nuevas políticas nacionales y locales, la política y la economía en el diálogo para la realización humana, y las religiones en diálogo con la ciencia. Según Hans Joachim Schellnhuber del Instituto Postdam, Laudato Si’ no proporciona orientación técnica. Sin embargo, pone de relieve la dimensión ética del problema climático y proporciona principios fundamentales que deben aplicarse para las soluciones: la opción preferencial por los pobres, justicia inter- e intra-generacional, la responsabilidad común pero diferenciada, y la orientación al bien común. Laudato Si’ aboga por una estructura de gobernanza global para todo el espectro de los bienes comunes planetarios.
Educación y espiritualidad ecológica
El papa Francisco proporciona orientación práctica y pastoral con el cuidado del medio ambiente y las personas. De hecho, las instituciones y los sistemas deben cambiar, pero en el nivel más básico, los seres humanos - nuestro estilo de vida, nuestras actitudes y valores - también deben cambiar. El cambio debe ocurrir en nuestros estilos de vida y particularmente en nuestro consumo. Como consumidores, tenemos el poder de influir en los sistemas políticos, sociales y económicos, simplemente por nuestra actitud hacia el consumo. Se necesita una nueva educación para entender el pacto de la humanidad con el medio ambiente. Aunque se han hecho esfuerzos en la educación ambiental, esto ha sido sobre todo de informar, en lugar de inculcar nuevos hábitos, actitudes y valores. Se necesita una educación ambiental más práctica que fomente la responsabilidad y la acción.
El sitio “Escuelas Católicas” comparte 30 fichas para estudiar el documento:
Extracto de la Ficha Nº8 – Primera Parte
Poner especial atención al texto destacado en negrita.
Acceso a todas las fichas en Educación Católica.es
NOSOTROS COLABORAMOS CON DIOS EN LA CREACIÓN DEL MUNDO
El
universo creado está formado por sistemas abiertos que entran en comunicación
unos con otros, y los
seres humanos tenemos la oportunidad de descubrir innumerables formas de
relación y de participación en su seno. Es más, podemos concebir el universo
como algo abierto a la trascendencia de Dios. «La fe nos permite interpretar
el sentido y la belleza de todo lo que acontece a nuestro alrededor.
Tenemos libertad para usar nuestra inteligencia y lograr
que todo evolucione de modo positivo, pero también podemos provocar males,
nuevas causas de sufrimiento y auténticos retrocesos. Esto es lo que da lugar a
la apasionante y dramática historia humana, en la que la libertad, el
crecimiento, la salvación y el amor pueden florecer, o bien conducir hacia la
decadencia y la mutua destrucción» (LS
79).
Los
cristianos somos seguidores del Dios encarnado, un Dios que ha entrado en la historia de la humanidad y
que, al hacerlo, se ha encarnado en la realidad de este mundo creado. Hay un
designio divino no solo para el ser humano, sino para todo lo creado. «Dios
quiere actuar con nosotros y contar con nuestra cooperación, e incluso es capaz
de sacar algún bien del mal que nosotros realizamos» (LS 80).
Esa
verdad de fe no afecta a la autonomía del mundo creado, que se rige por sus
propias leyes. La
autonomía de las realidades naturales no impide que el creyente pueda descubrir
en ellas la mano creadora de Dios que las ‘re-crea’ continuamente. Y el ser
humano, con su trabajo y con su cuidado, está llamado a colaborar en esa obra
creadora, porque Dios quiere actuar con nosotros y contar con nuestra cooperación.
«Dios está presente en lo más íntimo de cada ser sin condicionar la autonomía
de sus criaturas, y así fomenta la legítima autonomía de las realidades terrenas.
Su divina presencia continua la acción creadora» (LS 80).
Los
seres humanos no podemos renunciar al encargo que Dios nos ha dado
como
criaturas suyas; si lo
hiciésemos,
atentaríamos a nuestra
dignidad de colaboradores en la obra de la creación. «Sería un error
considerar a los demás seres vivos como meros bjetos sometidos a la arbitraria
dominación humana. Cuando la naturaleza es observada únicamente como fuente de
aprovechamiento y de ganancia, esta opción tiene serias consecuencias en el
conjunto de la sociedad».
Una advertencia muy importante: «El criterio ‘la posibilidad genera derecho’ ha propiciado inmensas desigualdades, injusticias y actos de violencia contra la mayor parte de la humanidad, porque los recursos descubiertos caen en manos del primero que ha llegado o del que tiene más poder: el que gana se queda con todo» (LS 82).
Preguntas para reflexión personal (para revisión de cuaderno):
¿Conoces las consecuencias del poco cuidado de la naturaleza? (ejemplos)
R:
¿Cuáles son las principales preocupaciones de la Iglesia manifestadas en el documento trabajado?,
R:
¿Por qué la Iglesia Católica aborda el tema sobre el cuidado de la naturaleza?,
R:
¿Qué elementos entrega el documento para el cuidado de la «casa común»?
R:
Taller de Grupos
Elaborar una carta llamando al cuidado de la «casa común». La carta debe llevar un título y puede ser enfocado para algún grupo específico o general.
Indicadores
1. Identifican las cualidades de la dignidad humana considerando el aspecto intrapersonal y su interacción social.
2. Contrastan diferentes concepciones de la dignidad humana planteadas en las historia considerando aspectos políticos, económicos, religiosos, etc.
3. Fundamentan la tarea de buscar su propia identidad y el respeto activo por la naturaleza.
4. Describen o ilustran la complementariedad e igualdad entre los seres humanos en acciones de la vida diaria.
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